El sarro en los dientes es un peligro que hay que eliminar porque hace que las bacterias proliferen y se asienten en nuestros dientes atacándolos tanto a ellos como a las encías. Una de las causas más frecuentes de la acumulación de sarro es la gingivitis, es decir, encías inflamadas. El sarro es como una piedra no uniforme con un aspecto rugoso el cual provoca que se acumulen más bacterias y vaya creciendo, por tanto es un círculo vicioso que no acaba. En el caso de que inmunológicamente nuestro cuerpo no reaccione y sea capaz de combatir las bacterias se produce la periodontitis, enfermedad que debe ser tratada rápidamente porque puede provocar la perdida de piezas dentales.
Tipo de tratamiento
El mejor tratamiento es el de la prevención, evitaremos la aparición de sarro si tenemos una buena higiene, es decir, lavar nuestros dientes como mínimo 2 veces al día, así mantendremos una buena salud bucodental. Aquí también juega un papel muy importante el hilo dental que debe ir acompañado del cepillado. Con estas prácticas diarias y acudiendo al higienista una o dos veces al año, evitaremos el sarro en pacientes que no sean propensos a la acumulación de sarro, los que sí que lo sean será su dentista de confianza quien le aconseje.
Como es normal el tipo de alimentación
influye mucho en la aparición de sarro, por eso también es importante evitar ciertas
costumbres o hábitos alimenticios como la bollería industrial, los azucares
procesados, bebidas carbonatadas, etc. Este tipo de alimentación junto con el
alcohol, el tabaco, el café y alguna medicación en concreto es muy perjudicial multiplicando
incluso los efectos.
Una vez ya ha aparecido el sarro, se elimina con una limpieza dental mediante
un profesional especializado para ello, o bien el higienista dental o bien el
dentista. Para eliminarlo se necesita instrumental adecuado para romper las
piedras de sarro con el máximo cuidado de no perjudicar los dientes y su
esmalte. Es una práctica muy meticulosa porque hay huecos más fáciles donde se eliminará
rápido y otros que requerirá un mayor pulso. En algunos casos se necesitará un
curetaje dental mediante el cual se profundiza más en la limpieza, puede
requerir anestesia.
Cómo detectar el sarro
El sarro es fácil de detectar, si vemos depósitos de color blanco amarillento es que tenemos sarro. El problema es que hay muchas partes de nuestra boca que no vemos a simple vista, y podemos creer que no tenemos sarro y realmente estar acumulándolo. En este caso necesitaremos acudir al dentista para que nos haga una revisión.
Tipos de sarro
Según el lugar donde se adhiera el sarro se denomina de una manera. Si el sarro se forma en la superficie del diente se llama Supragingival, es decir, por encima de la encía. Y si el sarro se forma entre lo dientes y las encías, es decir, por debajo de las encías se llama Subgingival. Este último es el más peligro porque no se ve y puede provocar más problemas